Tres Poemas

Judith Santopietro

Delivery

Um imigrante / bate fotos trepado/ no toldo de / um quiosque / a multidão grita / em frente ao Banco / aparece um malabar / aparece um pastor / imagens da pura / desconexão

Carlito Azevedo

Un inmigrante corre en el techo de un vagón 
el tren cruza el puente de Metlac     a milcientrotreintaiún msnm  
un inmigrante hace malabares 
como si la cima del mundo avanzara 
a la par de las montañas  
todo sereno en el paso norteamericano  
Quizá      más tarde     vengan 
                             los retenes      el chirrido de las vías 
pero ahora filma con su celular el bosque nuboso 
y las orquídeas negras    que pasan en la sucesión de imágenes 

De algún vagón llega un sonido  
los garífunas   atados a los fierros  
bailan con sus hijos en el pecho 
luego habitarán los desiertos de Arizona
o las praderas húmedas del Bronx en el verano

Aunque ahora    un inmigrante desafía la gravedad  
en su euforia por llegar al Norte 
después   su cuerpo se hará recio para soportar las tormentas     
                 repartir comida y regalos navideños 
cuando los demás se refugian en la calefacción 
lo llamarán delivery 
y su nombre lucirá en letras rojas  

en cada entrada de los restaurantes
lo llamarán delivery mientras se equilibra en su bicicleta
y el tren avanza

un inmigrante desafía la gravedad
brinca el desierto y luego el mar 
desde lo alto del puente     balbucea un territorio lejano
que ni él mismo recuerda.



su corazón palpita bajo tierra

Abrimos camino entre las plantas enormes de la selva:
movimientos de hormigas que llevan y traen hojas   troncos    
hasta arrancar la maleza que los oculta;
leemos cada indicio de la naturaleza para saber
si el gesto que aún amamos permanece aquí

cuerpo con cuerpo,
          ica toyolo yectli
con el corazón limpio
             tinehnemih pan cuatitlamitl
avanzamos por los campos

los ojos abiertos distinguen la tierra    apenas removida   

cuerpo con cuerpo,
recorremos los plantíos en busca de sus huesos:
                      movimientos de hormigas oleajes 
que traen aromas   su sonrisa   el sabor del último beso;
queremos saber si duermen arropados por el musgo
si tienen frío o hambre como en el principio de la vida

cuerpo con cuerpo, 
cavamos en silencio
para escuchar el ritmo de su corazón que palpita bajo tierra
                                             ininyoloh tlatzozona tlalihtic.



bugambilias dulces que jamás renacerán

En las carreteras duermen los huesos rotos
                                omimeh tlapantoqueh huan cochih pan ohtlia

los decapitados
los tristes
                                tlen mocuezoah 

los que ya no pueden llorar
                                            tlen ayoccanah huelih chocah
esparcen su polvo entre la tierra húmeda
                                 quiihzceloah inincuechchopan pan tlalli xolontoc 

horadados los frontispicios de las casas 
                              sus paredes sangran
un olor a plomo cubre los parques 
y en los jardines    uno a uno
sembrados los racimos de su piel
bugambilias dulces que jamás renacerán

el caudal es agua roja espectral      roja heráldica
                                             atlahco quipiya atl chichiltic
tan bermejo el óxido de su sangre 
granate      el horror de una cereza envejecida

También sus huesos cimbran 
                               en el estertor del subsuelo
acarician los vapores minerales 
así   el dolor salobre en la espina dorsal
en la espina de los sueños:
                                        huitztli tlen temiquiztli
la ciudad escarlata se incendia
                                        notlalhui tlatla.